Actualizado el jueves, 12 julio, 2018
A las 6 de la mañana ya estoy en pie. Los peregrinos que van caminando suelen madrugar más que los que vamos en bicicleta y yo hoy he compartido habitación con cuatro andarinas… Preparo todo y me tomo un chocolate de máquina. Al final, después de tanto madrugar no salgo demasiado temprano porque a Chema le han robado la cámara, el móvil y el dinero suelto. Yo he tenido suerte y no me han robado nada en todo el Camino, pero la gente experimentada te suele prevenir de que lleves una riñonera, bolsito o lo que sea con lo poco que se puede llevar de valor, justo lo que le quitaron a Chema. Salgo a las 7 y media. Antes de comenzar la subida al Alto del Perdón el camino es fácil, por pista de tierra y los girasoles están a tope. El paisaje es muy bonito.
La subida al Perdón es mortal, aunque lo malo malo está pasado Cirauqui. Se puede subir por carretera pero yo lo hice por el camino tradicional porque creo que es una subida mítica. Me da la sensación de que si no la subes es como si no hubieras hecho el Camino del todo. La mayor parte del tiempo voy empujando la bici. ¡¡Ahora me alegro de haber madrugado!!
Sudando como un pollo |
Cuando llego arriba la alegría es inmensa. Espero que se me haya perdonado… Me abrigo porque hace fresquete y me tiro las fotos de rigor.
Hay un señor con una furgoneta C15 donde pone «Minibar» y que me vende una Coca-Cola y un bocata de tortilla por 3 euros. Mi superdesayuno de hoy.
El día anterior ya me habían comentado que la bajada del Alto del Perdón es complicada porque además del fuerte desnivel, está llena de piedras. Pero lo que me acabó de convencer fue que el señor de la C15 me contó que hacía poco tiempo un chico en bici se cayó y se abrió la cabeza. No fue nada grave pero por lo visto la torta fue de impresión y la bici para tirar.
Por eso decido bajar por la carretera. Son un par de kilómetros más pero es todo cuesta abajo, sin dar pedales hasta Uterga. Unos kilómetros más adelante me desvío para ver la Iglesia románica de Santa María de Eunate.
Hay que hacer unos 4 kilómetros de más pero de verdad que merece la pena. Es muy curiosa por la forma octogonal y muy muy bonita. Por cierto, en una de las puertas hay unas esculturas como esta que veis en la foto.
Si tiras una fotografía y le das la vuelta a la cámara verás que se ha convertido en un diablo con forma de chivo. Qué cosas…
Después de una subidita interesante llego a Óbanos. Tiene un casco histórico medieval muy bonito. Aquí solo paro a hacer unas fotos y doy una vuelta por el pueblo. Sigo hacia Mañeru pero antes atravieso Puente la Reina, otro punto mítico en el Camino.
Óbanos |
Puente la Reina |
Cruce de caminos en Puente la Reina |
A partir de aquí todo se hace muy complicado para ir en bicicleta. Primero Mañeru, un pueblo todo en cuesta al que llego cuando el calor empieza a ser ya insoportable. Yo fui por el Camino auténtico porque discurre en parte por una calzada y un puente romano (semidestruido) y me parecía que merecía la pena. Seguro que andando se hace mejor pero en bici es un auténtico infierno. Escaleras, bajadas y subidas imposibles… El siguiente pueblo es Lorca, donde decido parar a comer. Por cierto, a los dos italianos que conocí ayer me los voy encontrando por todo el Camino. Son muy simpáticos y sonrientes, me dan buen rollo. En Lorca me compro un bote de Coca-Cola y me hago un bocata con el pan, el chorizo y el queso que me sobró de ayer. Me sabe a gloria! Por cierto, aviso para los madrileños: aquí a los botes de refresco se les llama «latas» y si dices «bote» no te entienden.
Desde aquí, y aunque ya solo faltan unos ocho kilómetros, decido ir por la carretera porque me estoy torrando y quiero llegar ya.
Albergue Municipal de Estella |
Llego a Estella a las 3 de la tarde y me alojo en el Albergue Municipal. Está en una calle peatonal que estos días está adornada con motivos medievales.
Cuesta 8 euros con sábanas de usar y tirar incluidas. Está bastante chulo y hay mucho ambiente y movimiento de peregritos porque tiene una cocina grande, donde siempre hay alguien cocinando o charlando y un patio donde da una sombra muy agradable.
Mural sobre las religiones del mundo en el patio del albergue |
Por la tarde, cuando ya baja un poco el sol voy a dar un paseo por la ribera del río. No sabía que Estella era tan bonito. Me ha encantado!!
GASTOS
Albergue: 8
Desayuno: 3
Coca-Cola: 1,60
Bebida Albergue: 4
TOTAL: 16,60
Fotos del Camino de Santiago en Bici en mi Flickr
Buen Camino!
¡Quiero ir!
Come on, Jane! Just do it!
¡Oh… cuántos recuerdos me traen estas imágenes! Me acuerdo del ruido tan ensordecedor que sentimos cuando subimos al Alto del Perdón con los molinos de viento.
¡Saludos!
Cuando yo subí supongo que también sonaría pero ni me acuerdo. Estaba cansadísima!! Y solo pensaba en comerme un bocata… jajaja