Actualizado el martes, 20 febrero, 2018
Capilla Ntra. Sra. de la Oliva |
Aquí ya nos dimos cuenta de la cantidad de agua que llevaba el río Lozoya aunque no podíamos imaginar que iba a ser tanta como comprobaríamos más adelante.
Pontón de la Oliva |
Sin atravesar la presa, hay que rodear por la izquierda un pequeño edificio para llegar a un mirador. Desde aquí hay que bordear otro pequeño edificio, esta vez por la derecha, siguiendo las indicaciones del GR-88. Tras subir unas escaleras se accede a una pasarela adosada a la pared del cañón que nos ofrece unas vistas increíbles. Desde aquí habitualmente puede verse, al otro lado del río, a numerosos escaladores.
Nada más pasar una gran cicatriz en la pared que dejamos a la derecha, al otro lado del río, ocasionada por un derrumbe de rocas, el camino gira hacia la izquierda.
Tras atravesar una valla metálica dejamos el sendero y accedemos a una pista forestal que debemos tomar hacia la derecha. Durante todo este tramo pueden verse galerías excavadas en la roca denominadas «minas de ataque» que sirvieron para el transporte de materiales y personas durante la construcción de la Presa de la Parra. Nos pareció que por una de ellas podía pasarse pero no llevábamos linternas. Hice una foto con flash y lo que parece es que a unos 4 metros está tapiada pero habrá que venir preparada la próxima vez para echar un vistazo.
El río por esta parte de la ruta sigue desbordado engullendo árboles y pequeños senderos. En algunas zonas tan solo se ven las copas de los árboles.
No hemos hecho más que comenzar la primavera pero el campo está ya plagado de flores silvestres y han empezado a revolotear algunos insectos madrugadores, sobre todo moscas y ¡unos mosquitos trompeteros gigantes!!
El camino y el río discurren a la misma altura y la sensación es de que como llueva un poquito más se acabará inundando todo.
Tan solo unos metros más adelante efectivamente el río se ha comido el camino y tres compañeros de ruta que ya han metido los pies en el agua, nos advierten de que salvemos la inundación subiendo por la pequeña ladera que queda a nuestra izquierda.
Así lo hacemos y un poco más adelante volvemos a bajar para retomar nuestro camino.
Ya con las barrigas llenas deshacemos nuestros pasos de vuelta al Pontón de la Oliva. Hay que tener especial atención para girar en el punto en que debemos abandonar la pista forestal y adentrarnos en el sendero que no dejaremos hasta llegar a nuestro destino.
Una ruta fácil, de unos 14 kilómetros, que puede hacerse incluso con niños.
Más Info| Sierra Norte
Las fotos denotan cierto frescor ¿no?… Que de fauna y flora traen las lluvias 😉
que pedazo de ruta!! A ver si retomo el senderismo que me estoy dejando ir…. Saludos
Una ruta muy muy chula y unas fotos excelentes. Buen sábado gracias a que las intensas lluvias pararon un poco, que ya era hora.
Un abrazote!!!
Hola Inés. La verdad es que no hizo frío, la temperatura era suave pero claro, había muchísima humedad!!
Vamos Fran, que te vas a anquilosar!! Jejeje Y ya sabes, cuando vengas por Madrid me ofrezco para hacer de Cicerone.
Un abrazo!
Puff! Pero hoy llueve otra vez. Se que esto es bueno pero yo estoy ya más que harta!
Abrazos!!
Suerte entonces por aquí abajo en mi tierra y mañana también SOOOOOOOOOOOLLLL!!!
Jajaja! Gracias Antonio! Madre mía, qué necesidad de sol tenemos ya!
Hola. ¿El paso por la pasarela de la presa es seguro? ¿Esta permitido pasar?
Si. Es un paso seguro lo que pasa es que había muchísima agua y lo peor…. Yo tengo mucho vértigo! Pero sí es seguro. Ningún problema.