Actualizado el jueves, 12 julio, 2018
La chica del mesón donde se hospedaron se enamoró del joven Hugonell, pero ante la indiferencia del muchacho, decidió vengarse. Metió una copa de plata en el equipaje del joven y cuando los peregrinos siguieron su camino, la muchacha denuncio el robo al Corregidor.
Las leyes de entonces castigaban con pena de muerte el delito de hurto y una vez fue prendido y juzgado, el inocente peregrino fue ahorcado.
Al salir sus padres camino de Santiago de Compostela, fueron a ver a su hijo ahorcado y, cuando llegaron al lugar donde se encontraba, escucharon la voz del hijo que les anunciaba que Santo Domingo de la Calzada le había conservado la vida. Fueron inmediatamente a casa del Corregidor de la Ciudad y le contaron el prodigio.
Incrédulo el Corregidor contestó que su hijo estaba tan vivo como el gallo y la gallina que él se disponía a comer.
En ese preciso instante el gallo y la gallina saltando del plato se pusieron a cantar.
Y desde entonces se dicen los famosos versos:
El gallinero, de estilo gótico, está fabricado en piedra policromada y fue construido a mediados del siglo XV, aunque la presencia de animales vivos en el templo está documentada desde 1350.
Buen Camino!
¡ Que cosas señor !
Ya te digo!! Qué historias!
Curiosa historia, no tenía ni idea….