Actualizado el martes, 23 febrero, 2021
¿Qué fue lo que más me gustó de mi viaje a Somiedo? No puedo decirte…. Tal vez no fueron los paisajes (que también), ni la comida (que también), ni la gente (que también)… Quizás fueran las sensaciones. Esa sensación de paz y tranquilidad, de quietud, de estar en comunión con la naturaleza… es un poco difícil de describir así es que te animo a que hagas el petate y te marches unos días para allá.
Hoy voy a contarte una ruta que hicimos una tarde. No es ni mucho menos la más larga ni la más espectacular pero a mí me parece muy muy especial y de todas las que hicimos para mí es la que tiene más encanto. Se trata de la ruta Valle de Lago-Braña de Sousas.
Yo estaba alojada en Valle de Lago. Te recomiendo que busques alojamientos en Valle de Lago aquí. La gente del pueblo es maravillosa y los alojamientos fantásticos, rurales pero con todas las comodidades.
Salimos caminando de la casita en la que nos alojábamos y pasamos por detrás del cámping de Valle de Lago. Cruzamos el río y comenzamos a ascender por un camino desde el que se ve el pueblo. En este primer tramo hay bastante sombra.
Enseguida el camino comienza a revolverse, siempre ascendiendo, y perdemos de vista el pueblo. De pronto y sin esperarlo, porque no llevábamos referencias de esta ruta, nos topamos con Peña Fourada, una mole de piedra sobre un valle precioso, verde en pleno mes de agosto y con una luz… increíble. A la izquierda vemos lo que nos queda de ascensión, presidida por el impresionante «Muñón» (1879 metros).
Pasamos un rato en el Mirador de Peña Fourada haciendo fotos y admirando su belleza y después seguimos caminando para bordear un bosque en el que oíamos un montón de ruidos. ¡Qué fauna habrá ahí dentro!
A lo largo de nuestro camino van saliendo algunos pequeños senderos a mano izquierda pero nosotras seguimos todo recto, siempre cuesta arriba.
Pasamos también por la Braña del Fuexo. De ella solo queda un teito o cabaña pero el entorno de prados y vacas pastando es precioso.
Nada más dejar el «Muñón» a la derecha aparece de frente, imponente, «La Chana» (2068 metros). Ya estamos muy cerca de la Braña de Sousas.
Es un lugar especial. Rodeado de altas montañas y protegido por ellas era el lugar perfecto para que los rebaños y los «brañeiros» pasaran gran parte del verano, allí donde los pastos son más frescos en la época estival.
En la braña se encuentran los típicos corros, pequeñas cabañas construidas con piedras por los propios pastores para guarecerse ellos y sus rebaños en las noches de verano. Por eso las cabañas están dispuestas de dos en dos. Cada brañeiro con su rebaño.
Ya solo queda deshacer el camino para completar la ruta. En total habremos hecho unos 7 kilómetros con un desnivel de poco más de 300 metros.
Una rutita fácil de hacer incluso si vas con niños. Para alegrarte el espíritu.
Gracias por tu ayuda.
Gracias a tí, Pilar.
Que chulo!!! Ya echaba de menos actividad viajera y sitios de estos que solo a ti se te ocurren.
Que bonito el lugar y que bonito lo cuentas!!
HOLA TITA!!!
QUE CHULO EL SITIO 🙂
Hola sobrina. Espero verte por aquí más a menudo!! Besicos